Mi alma fue tuya
la primera vez.
Y la segunda
Y la tercera
Y la cuarta
y todas las que vinieron después.
En medio de la pesadilla y el quebranto
ha sido tuya una y otra vez.
Sin compasión mi alma ha sido
envuelta por las cadenas que arrastran
la pasión.
Despojame de toda vanidad, abrasame con tu calor,
purifica mi insensatez, hazme digna otra vez,
fecunda mi alma, posee mi voluntad.
Hasta que el sol no brille mas para mis ojos
cansados de vagar.
Sierva tuya soy.
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