Amo al hombre que me abraza
y al niño que me enternece.
Al padre que se esconde
bajo el temor de lo incierto.
Amo al poeta que se oculta
tras de un escritorio
y al hombre que se pregunta
que hay mas allá de cada día.
Amo a la estrella que se descubre
en las noches de bohemia
y al eterno aventurero que siempre
vuelve a mis brazos.
Amo el vientre que te gesto
y a los brazos que te arrullaron
la ternura que te acunó
mientras no estaban los míos.
Amo la belleza, la fuerza
que de tu alma se vierten.
Y ante todo amo el camino
que te trajo al mio.
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