El abrazo de sus labios
La dulzura de sus manos
Y el suave gemir de su cuerpo.
Extraño su voz grave susurrando
la ternura y el paso firme de
quien no teme tropezar.
Extraño el ultimo beso
que promete ser el primero de
mañana.
Sabanas que llevan las huellas
del hombre que suda el amor siempre
mio.
Y extrañarte se hace extraño cuando no estas aquí.
Y extrañarte se hace extraño cuando no estas aquí.
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