En sus ojos el cielo
En sus manos el fuego
En sus labios la dulzura
Y en su pecho la ternura.
Mírame ojos de cielo
no me dejes de mirar
que cuando tu me miras
puedo soñar.
Envuelveme con el fuego
que nace de las entrañas
de tu amor por la vida
y tu sincero querer.
Endulza todos mis días
con tu bendita existencia
que cobijada en tu pecho
siempre segura estaré.
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