Aun sigue siendo la noche
cómplice de mis desvelos,
de mis paseos ha hurtadillas.
Como cuando apenas se divisaba
la luz del otro lado de mi ventana.
Aun sigo queriendo descubrir el
misterio que esconde ya no un
desconocido verso sino el expectante
camino que disipa la niebla en cada
paso que doy.
Y aunque por momentos asusta el vacío
de un paso a la deriva me doy cuenta que
siempre hay tierra firme que recoge mi andar.
Mas sigue siendo la noche cómplice de mis
desvelos, de mi soledad acompañada y de la
ilusión que se descubre tras cada cortina de
niebla que cede a mi paso.
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