Hoy contare otra noche sin ti.
La oscura distancia devora las
estrellas que ayer brillaban en
tus ojos de hombre enamorado.
Mi paso a quedado enredado a
tu paso por las calles que ayer
transitábamos de la mano.
Y la lluvia fiel compañera de
nuestros encuentros furtivos
hoy espera al siguiente diluvio
de caricias.
El dulce sabor de los días que
juntos vivimos.
El suave candor de tus manos
rosando mi cuerpo.
Los sueños que aquella tarde
llevaba el rió en su canción.
Magia por descubrir bajo las
ruinas de una ciudad.
Tristeza que en la superficie no
esconde el pesar y en una botella de
whisky pasea el dolor.
La llama de una vela que pide en
silencio.
La lluvia que espera al siguiente
diluvio de caricias.